El término comercio justo viene de la palabra inglesa “fair trade”. La estrategia del comercio justo aspira al tratamiento justo de los poductores de materia prima que muchas veces viven en países en desarrollo y no aprovechan de nuestra prosperidad (e.g. en Alemania). Los campesinos de café o de cacao muchas veces son desfavorecidos con el sueldo y tienen que balancearlo con trabajos forzados y la explotación de menores.

Si todos los campesinos recibieran pagas justas, los menores no tendrían que ayudar y no habría trabajos forzados. Además habría dinero para las escuelas u otros proyectos. El comercio justo trabaja conjuntamente con cooperativas que por ejemplo forman parte de un pueblo. Los compradores de las materias primas en los países industriales pagan a las cooperatives el precio del comercio justo. Así las cooperativas reciben una renta firme para que ellos no tengan que temer tener de menos, también cuando el precio normal es muy bajo (según la bolsa de Nueva York). Además debido a la estrategia de las cooperativas y las pagas directas son expulsados los intermediarios que suben el precio del café con el deseo de hacer beneficios. Así bajan automáticamente el margen de beneficio de los campesinos.

Hay muchas empresas que se ocupan del comercio justo. Los productos como por ejemplo chocolate están son visados con un sello de calidad. La meta que se persigue con los sellos es:

Ser visto y apoyarlos con la compra.